Diarreas de los cabritos
(colibacilosis, diarrea blanca,
diarrea neonatal)
Existen varias causas de diarrea en los
cabritos y en general actúan como factores predisponentes la falta de higiene,
falta de desinfección del cordón umbilical, el hacinamiento, el calor y la
humedad excesiva.
Durante la primera semana de vida, las causa más comunes de
diarrea en los cabritos son las bacterias, especialmente la bacteria
Escherichia coli (colibacilosis) y los virus, actuando solos o en forma
asociada. En estos casos la materia fecal es por lo general blanca amarillenta
de consistencia cremoso a casi líquida y los cabritos se deshidratan
rápidamente. Los porcentajes de mortandad pueden ser altos si no se tratan.
Prevención y tratamiento
Para
evitar la aparición de diarreas es necesario mantener una buena higiene de los
corrales y bretes principalmente, evitando el hacinamiento de los cabritos y
procurando lugares sombreados durante el día y reparados durante la noche, pero
con acceso a lugares soleados.
Se debería calcular una superficie de 30 a 50 cm
cuadrados por cabrito.
El tratamiento se realiza en base a
antibióticos para el caso de las colibacilosis, preferentemente por vía oral
para no dañar los músculos con inyectables en cabritos que irán a consumo.
Este
tratamiento debe ir acompañado de un tratamiento sintomático con antidiarreicos
inyectables y es imprescindible hidratar a los cabritos enfermos, para lo cual
puede administrarse por vía oral preparados en base a sobres de electrolitos
que se reconstituyen con agua limpia.
Coccidiosis
(Diarrea por
coccidios)
A
partir del mes de vida por lo general, las diarreas más comunes son las
producidas por unos parásitos que no se ven a simple vista y se llaman
coccidios. Los animales se infectan al ingerir (huevos del parásito), que se
localizan en las células del intestino delgado donde se multiplican. Luego de
16 días aproximadamente los coccidios colonizan el intestino grueso y entre 21
y 28 días son eliminados por materia fecal, constituyendo un importante
material contaminante.
Las condiciones de humedad, el stress, el
hacinamiento y la falta de higiene en los corrales favorecen la aparición de la
enfermedad.
Los
principales síntomas son: diarrea de color verde, a veces con sangre o coágulos
y mucus. La región perianal se encuentra a menudo manchada de color oscuro. Los
cabritos presentan ojos hundidos por la deshidratación y anemia (la parte
interna de los párpados (conjuntiva) se ve blanca en vez de rosada). Otras
veces los animales mueren en forma súbita sin síntomas aparentes.
Lesiones y tratamiento
Los
intestinos gruesos y rectos se encuentran engrosados con sangre y coágulos en
su interior. En el intestino delgado se ven placas de color blanco en la pared.
Para el diagnóstico se necesita como muestra la materia fecal de los animales
enfermos, realizando el conteo de ooquistes por gramo de heces (OGP). En cuanto
a prevención vale lo dicho anteriormente para las diarreas bacterianas. El
tratamiento para coccidiosis se realiza en base a quimioterápicos coccidicidas
llamados genéricamente sulfas. Es importante destacar que los animales enfermos
desarrollan una rápida inmunidad una vez curados.
Ectima Contagiosa
(pizotia, boquera)
Es una
enfermedad vírica que afecta primariamente a los cabritos, pero que puede
contagiarse a los animales adultos que no han sido vacunados ni desarrollaron
la enfermedad en su etapa juvenil, especialmente a través del amamantamiento.
Esta enfermedad afecta también a los ovinos y ocasionalmente afecta al humano.
La morbilidad es alta del 30 al 90 %,
mientras que la mortalidad es nula en los animales adultos y del 15 al 75 % en
los jóvenes.
Es muy contagiosa, y se caracteriza por la
presencia de vesículas, pústulas y costras en el hocico, labios, interior de la
boca, ubre y patas. La lesión se inicia como una vesícula y luego en una
pústula que cuando se seca aparece la típica costra de color marrón, repleto de
virus, que al caerse deja una úlcera sangrante. Los virus pueden mantenerse
activos en las costras desecadas que caen al suelo durante 2 meses por lo que
es muy difícil de erradicar una vez que ha entrado la enfermedad. La evolución
de la enfermedad puede extenderse por 3 a 4 semanas cuando los animales se
sanan espontáneamente siempre y cuando no exista una complicación secundaria.
Se ha observado que la enfermedad es favorecida por la mal nutrición y
presencia de parásitos externos e internos.
Sintomatología y lesiones
Los cabritos dejan de comer, tienen abundante
cantidad de saliva en la boca y fiebre, síntomas que pueden no percibirse entre
los animales adultos. Estos síntomas se agravan cuando las lesiones se presentan
en boca, lengua, faringe y nariz. En los animales adultos la enfermedad puede
extenderse a las mamas y los pezones. Cuando las vesículas se ubican a nivel de
espacio interdigital y corona de las pezuñas, las complicaciones bacterianas
pueden producir síntomas y lesiones. Otras localizaciones secundarias de las
vesículas son la vagina, vulva región perianal, escroto y glande.
Prevención y tratamiento
La
enfermedad puede prevenirse mediante la vacunación de los cabritos dentro de
los 10 a 15 días de vida con vacuna para Ectima contagioso lanar, que da una
inmunidad de por vida. También se recomienda vacunar las cabras preñadas en los
últimos dos meses de gestación, ya que pueden crear inmunidad pasiva durante
las primeras semanas de vida. Aunque algunos autores refieren abortos vacúnales
en este período, en nuestra experiencia no hemos observado esos problemas.
Las vacunas vienen en dos frascos, uno con
polvo liofilizado conteniendo el virus atenuado y otro con diluyente. Al
momento de utilizarla, se mezclan los dos frascos y se agita bien. La vacuna se
aplica en los cabritos en la parte interior del muslo por escarificación, es
decir se deposita 1 a 2 gotitas y se raspa la piel con la aguja de la jeringa
sobre la gotita que se ha depositado. En las cabras adultas, la vacuna se puede
aplicar en la base de a cola desprovista de pelo.
El tratamiento se realiza en base a la
limpieza de las costras y granos con soluciones de yodo y la aplicación de
pomadas con antibiótico, utilizándose hisopos y guantes de protección.
Deficiencia de cobre
(Enfermedad de los cabritos deslomados)
Ataxia enzoótica
de los cabritos y corderos
El cobre es un micro elemento que cumple
diversas funciones en el organismo, siendo necesario, entre otras cosas, para
el buen funcionamiento del aparato reproductivo, para la formación del tejido
nervioso, del pelo y de los huesos.
El organismo obtiene el cobre necesario de
las plantas, las que a su vez lo sacan del suelo. Sin embargo cuando el suelo o
las aguas de bebida tienen gran cantidad de sulfatos o molibdeno, al animal no
puede absorber el cobre presente en las plantas y se produce la deficiencia, en
este caso secundaria.
En otras situaciones, el cobre directamente no se halla
en el suelo, por lo que tampoco puede pasar a las plantas, produciéndose una deficiencia
primaria en el animal, la cual es más rara de observar que la anteriormente
mencionada. Esta enfermedad es de alta prevalencia en majadas en zonas
endémicas de carencia primaria de Cu o secundaria (por altos contenidos de
sulfatos (en agua > 0,8-1 g/l) y molibdeno en los vegetales y agua. Se
presenta generalmente en animales recién nacidos de 2 o 3 días y en ocasiones
en cabritos de 3 a 5 meses.
Síntomas
En los cabritos recién nacidos
se observa incoordinación de movimientos (ataxia), parálisis del tren
posterior, flexión excesiva de las articulaciones y dificultad para mantenerse
parado y para mamar (se abren de manos y patas tratando de mantenerse parados),
muriendo por lo general de hambre en pocos días.
Prevención
La prevención de la enfermedad se
realiza dosificando a las madres de los cabritos dos meses antes de parir,
aplicando cobre inyectable a dosis de pequeños rumiantes. El tratamiento se
basa en la aplicación de cobre inyectables preferentemente, pues es más fácil
de administrar la dosis correcta que dándolo por vía oral.
Hipotiroidismo o Bocio
(Deficiencia
de Yodo)
La deficiencia de Yodo se conoce
regionalmente como COTO y es bastante común en ciertas zonas como la costa del
río Colorado en La Pampa, el noreste y centroeste de San Luis y en zonas de
cordillera o montaña en otras provincias.
Esta
enfermedad puede presentarse por deficiencia de yodo en la dieta y en el agua
(carencia primaria o bocio endémico) o, por la presencia de plantas bociogenas
(por ejemplo las crucíferas como el nabo y la mostacilla), que tienen
componentes que dificultan la absorción del yodo, disminuyendo la producción de
la hormona de la glándula tiroides (la tiroxina). Todo esto hace que se
estimule la secreción de la hormona tirotrópica por la hipófisis, produciendo
una hiperplasia de la tiroides.
Síntomas
son un agrandamiento bilateral de
las glándulas tiroides que se encuentran en la parte superior del cuello,
“hinchándose la garganta de ambos lados”. El aumento de la glándula es siempre
visible y palpable, desde el tamaño de una ciruela hasta de un pomelo. Además algunos
cabritos nacen débiles y con alopecias. En áreas muy deficientes de yodo la
mortalidad de cabritos al nacimiento puede ser muy alta por esta causa, ya que
los animales jóvenes son los más susceptibles.
Prevención y tratamiento
En
forma preventiva puede utilizarse la colocación de piedras de sal enriquecidas
con iodo, pero hay que tener en cuenta que en lugares donde hay mucho salitre
en el suelo no las lamerán. Se puede aplicar también 1 ml de tintura de yodo en
forma semanal durante el período de gestación, pincelando la piel en zonas
desprovistas de pelo. Por último puede dosificarse las cabras, en el último
tercio de gestación con preparados inyectables.
Osteodistrofia fibrosa
(Cara hinchada)
Esta
es una enfermedad nutricional crónica que se produce por un exceso de ingestión
de fósforo en la dieta. Este exceso de fósforo hace que la glándula
paratiroides provoque una extracción de calcio de los huesos para mantener la
relación que debe haber en sangre
entre el calcio y el fósforo de 2:1. El resultado es una severa descalcificación de los huesos y reemplazo por tejido fibroso.
entre el calcio y el fósforo de 2:1. El resultado es una severa descalcificación de los huesos y reemplazo por tejido fibroso.
Los síntomas principales son letargo,
dificultad para comer y tomar agua, tendencia a quedarse echados, pérdida de
peso y retraso en los cabritos en crecimiento, hinchazón de los huesos, de las
mandíbulas, del maxilar superior, fracturas frecuentes.
Tratamiento
Si la enfermedad es reconocida
tempranamente, pueden revertirse los síntomas corrigiendo la dieta y la
relación Calcio-fósforo. Pueden intentarse la aplicación de calcificantes que
no tengan fósforo en su formulación.
Abortos, metritis y retenciones de placenta
Los abortos no son una enfermedad sino un
síntoma de una serie de enfermedades infecciosas (brucelosis, leptospirosis,
clamidiosis), parasitarias (toxoplasmosis) o nutricionales, deficiencias en
general y sub alimentación severa, especialmente a partir del segundo mes de
gestación. También es posible que las cabras aborten por golpes, especialmente
en la última etapa de la gestación.
Las retenciones de placenta son también
síntomas de varias enfermedades. Normalmente la placenta se elimina dentro de
las tres horas del parto. Cuando ya pasan más de 12 horas y no se han eliminado
las pares, es necesario actuar para evitar futuras infecciones. En estos casos
puede administrarse un producto que produce contracciones del útero, la oxitócica
(orastín), a dosis de 1,5-2 cm cúbicos por vía intramuscular, aplicando además
algún antibiótico por vía intravaginal, llamados pesarios uterinos (1/2 pesario
de los utilizados para bovinos).
Tanto para los abortos como para las
retenciones de placenta, a menudo se encuentran los dos problemas asociados es
muy conveniente hacer el diagnóstico de la causa para descartar especialmente
las enfermedades que pueden contagiar al ser humano (brucelosis, toxoplasmosis,
clamidiosis, fiebre Q. etc.) pero inicialmente siempre se deben tratar con las
precauciones como si fueran producidas por alguna de estas enfermedades
zoonóticas.
Algunas características diferenciales de los abortos más
comunes
Brucelosis
Es una de las más importantes enfermedades causantes de abortos, que
además de producir importantes pérdidas en el ganado, es muy peligrosa para la
salud humana. Por ello en cada aborto se debe proceder con mucho cuidado y
eliminar y quemar tanto los fetos como las placentas, cuidando de no tocarlos
con la mano desnuda en lo posible.
Cuando el hombre se contagia Brucelosis,
generalmente a través de los líquidos fetales al ayudar a parir a algún animal
con dificultad o por medio de la leche o de sus productos de un animal enfermo,
los síntomas más comunes son fiebre alta, generalmente ondulante, dolores de
cabeza, dolores articulares y de espalda, aunque puede tener muchos otros
síntomas además de los nombrados, por ello se la ha llamado la enfermedad de
los mil síntomas.
La prevalencia de la Brucelosis varía en cada
provincia y cada majada, pero siempre aparece como principales síntomas: el
aborto en los dos últimos meses con necrosis en la placenta, especialmente en
los cotiledones, la hinchazón de articulaciones y de testículos en los machos
enteros.
Abortos nutricionales
Se
producen generalmente entre el segundo y tercer mes de gestación. Los fetos
aparecen todavía pelados y puede haber retención de placenta que se desprende
luego con facilidad y tiene aspecto casi normal.
Clamidiasis o aborto enzoótico
Los
abortos se producen en los dos últimos meses de gestación. Los fetos están
inalterados e incluso pueden nacer cabritos prematuros pero débiles. La
placenta se presenta engrosada y con necrosis en los cotiledones, de color
marrón por lo general. Puede haber retención de placenta y esta se desprende
con dificultad.
Toxoplasmosis
Causa
principalmente abortos y neonatos muertos. El aspecto del aborto depende del
momento de la infección. Pueden aparecer fetos momificados y en otros casos,
cuando se gestan mellizos puede aparecer uno un feto normal y otro más pequeño
y deshidratado (momificado).
Entre las lesiones se destacan placenta
macerada y con autolisis (putrefacta). Frecuentemente el útero se encuentra muy
congestivo, con contenido moco-purulento de color amarronado y cotiledones
fetales con pequeños focos blancos múltiples de necrosis. Los gatos, tanto
domésticos como salvajes actúan como reservorios de la enfermedad y las cabras
se contagian de alimentos contaminados con los excrementos de los mismos. Las
madres gestantes contagian a sus neonatos por trasmisión congénita, es decir a
través de la circulación fetoplacentaria.
Recientes estudios revelaron que
tiene una alta prevalencia en la región y que podría ser considerada como causa
principal de abortos infecciosos en caprinos, desplazando a la Brucelosis que estaría
ausente en muchos rebaños caprineros de las provincias del semiárido.
Mastitis
(Inflamación
de la ubre)
La mastitis es una inflamación de
la glándula mamaria o ubre, normalmente causada por una gran variedad de
bacterias que ingresan por el pezón o por vía sanguínea. También pueden causar
la enfermedad, heridas en la ubre por astillas o espinas, así como por peleas
entre las cabras. Cuando se ordeña a mano se pueden causar daños por un manejo
inadecuado y causar mastitis. Las máquinas ordeñadoras requieren un gran cuidado
y precauciones: máquinas desajustadas o sucias pueden provocar mastitis. Las
mastitis infecciosas pueden tener serias consecuencia para la cabra y para la
producción de leche.
Los primeros síntomas
son la hinchazón, el calor y el dolor de la
ubre, que comienza a ponerse roja. La leche aparece con pequeños grumos y se
corta al tratar de hervirla. Los animales no se dejan mamar ni ordeñar. Una
manera fácil de detectarla es ordeñando los primeros chorros sobre un tarro
cubierto con una rejilla plástica o con una media de mujer o sobre una
superficie oscura y observando los grumos o coágulos.
Hay algunas mastitis que son muy agudas, en
las que la mama aparece rápidamente de color azulado verdoso, con mucho dolor e
inflamación y los animales pueden morir de un día para el otro si no se tratan
con antibióticos ni bien aparecen los primeros síntomas (dolor, inflamación,
decaimiento, inapetencia).
La leche de una cabra con mastitis no debe
usarse para alimentar al cabrito ni para consumo humano, ni siquiera
hirviéndola. Cuando la infección no se detecta ni se trata tempranamente, se
vuelve más grave. En estos casos la ubre se pone muy hinchada, con zonas duras,
con pus o sangre en la leche. En este estado ya suele ser tarde para curarla.
Normalmente esta enfermedad es confundida en el campo por mordeduras de víboras
o de matuastos (lagartos).
Las mastitis no son procesos susceptibles de
ser erradicados, de modo que los esfuerzos deben dirigirse a la realización de
prácticas preventivas y de manejos que minimicen la prevalencia de esta
enfermedad.
Linfoadenitis caseosa o pseudotuberculosis
(Enfermedad
de los apostemas)
Esta es una enfermedad infectocontagiosa
producida por una bacteria (Corynebacterium pseudotuberculosis) que normalmente
se encuentra en el medio ambiente y penetra por pequeñas heridas de la piel o
de la mucosa.
Los síntomas
principales son la aparición de abscesos
(apostemas) de diferente tamaño en la localización donde se encuentran los
ganglios linfáticos (bajo las axilas, en la zona inguinal, debajo de las
mandíbulas y en la parte superior del cuello, en la unión con la parte inferior
de la cabeza). Estos ganglios aumentan de tamaño (3 a 5 cm o más) hasta que se
abren y eliminan un pus verdoso y de consistencia semejante al queso cremoso.
Estas secreciones son la principal fuente de contagio para los demás animales
de la majada. En ocasiones los apostemas se localizan en los pulmones y la
enfermedad no se detecta sino cuando mueren los animales.
El tratamiento
es
muy dificultoso, puesto que se deberían tratar todos los abscesos por medio de
drenajes quirúrgicos y limpieza con yodo-povidona o extirpar todos los ganglios
afectados. El tratamiento adicional con antibióticos
(penicilina-estreptomicina) deberá realizarse por 3 a 5 días. Muchas veces es
más conveniente la eliminación de los animales enfermos de la majada.
Parasitosis externas
Entre las enfermedades
parasitarias externas más comunes s encuentran los piojos, el gusano de la
nariz, la mosca de los cuernos, la sarna y la garrapata de la oreja.
Piojos (Pediculosis)
Las cabras tienen dos clases de
piojos, los chupadores o anopluros, que se alimentan de sangre, y los
masticadores o malófagos, que comen escamas cutáneas y pelos. Ambas clases son
sumamente molestas para el animal, aunque a simple vista parecen no causarle
problemas, provocando gran irritación e intenso prurito por lo que los animales
parasitados no cesan en rascarse, haciendo que el animal no se alimente bien y
pierda peso. Estos parásitos realizan todo su ciclo parasitario sobre el
animal, sobre el que depositan los huevos (liendres).
El diagnóstico de la pediculosis debe basarse
en la presencia de los piojos sobre el animal. El pelo debe ser separado y se
debe examinar la piel bajo una luz potente. Debe tenerse en cuenta que la
pediculosis del ganado caprino es más prevalente durante los meses del
invierno.
Para el tratamiento de estos piojos se
recomienda el uso de insecticidas órgano-fosforado y piretroides sintéticos
aplicados directamente sobre el lomo de los animales y a través de dos baños
por aspersión o inmersión separados por 14 días. El tratamiento por aspersión
eficaz requiere empapar el pelo hasta la piel (3-4 litros por animal). Los
endectocidas inyectables son muy eficaces contra los piojos chupadores, pero no
contra los masticadores.
Gusano de la nariz o del cuerno
(Oestrosis)
Este
parásito, llamado Oestrus ovis es la larva de una mosca, la que es depositada
sobre
los orificios nasales de la cabra y de la oveja y trepa penetrando en la parte superior de la nariz y senos nasales, provocando irritación y, en ocasiones, severas inflamaciones que pueden contaminarse con distintos microbios (sinusitis). Normalmente las infestaciones de las cabras adultas comprenden entre 4 a 15 larvas por animal.
los orificios nasales de la cabra y de la oveja y trepa penetrando en la parte superior de la nariz y senos nasales, provocando irritación y, en ocasiones, severas inflamaciones que pueden contaminarse con distintos microbios (sinusitis). Normalmente las infestaciones de las cabras adultas comprenden entre 4 a 15 larvas por animal.
El principal síntoma
es
la presencia de abundante cantidad de moco y frecuentes estornudos. La
persistencia del parásito provoca pérdida de peso en los animales y en
ocasiones aparecen alteraciones en el comportamiento y problemas respiratorios
como consecuencia de la sinusitis. Algunas veces las larvas migran hacia el
cerebro causando una encefalitis con síntomas nerviosos y muerte. Las larvas
tienen ciclos relativamente cortos en el verano, cayendo al suelo y
convirtiéndose en nuevas moscas, pero cuando la temperatura comienza a bajar en
el otoño, permanece todo el invierno en el interior de la cabeza del animal.
Para controlar esta parasitosis se utilizan
antiparasitarios inyectables que tienen como principios químicos el Closantel
(al 10 %), a una dosis de 10 mg/kg por vía SC o 15 mg/kg por vía oral) y las ivermectinas
(ivermectina-doramectina), a dosis de 200 a 300 mcg/kg de peso por vía SC.
Ambas drogas poseen altas eficacias en el control de los diferentes estadios
larvarios. El tratamiento se debe realizar por lo menos una vez al año en el
otoño. Lo ideal sería repetirlo en la primavera.
Mosca del cuerno
La
mosca del cuerno que afecta a las cabra es la misma que ataca a los bovinos y
otras especies (Haematobia irritans). Estos parásitos producen gran irritación
y molestias por sus picaduras, provocando inquietud y pérdida de estado en los
animales. Las moscas colocan sus huevos en las bostas de los animales, donde
desarrollan una larva que posteriormente se transforma en mosca.
El tratamiento
se
realiza con los mismos productos utilizados para controlar los piojos
inaplicaciones sobre el lomo de los animales.
Sarna
Las cabras presentan diferentes tipos de sarna
de acuerdo al parásito (ácaro) que la produzca. El contagio se efectúa
directamente de animal a animal, o a través del rascado en postes, troncos y
bebederos donde previamente se rascó un animal enfermo.
La sarna sarcóptica afecta principalmente la
cara, se inicia en los bordes de los labios, fosas nasales y alrededor de los
ojos y luego puede tomar toda la cabeza y en casos de parasitismo intenso,
puede extenderse a todo el tronco, bajo vientre, mama y extremidades. Al
comienzo se notan pequeñas pápulas vesiculosas y la serosidad que ellas
contienen al secarse forma costras amarillas negruzcas, de ahí el nombre
“hocico negro” con que se la conoce en el campo.
La sarna psoróptica se localiza en el canal
auditivo externo, en el interior de las orejas. Este tipo de sarna se ha
identificado en el oeste pampeano y puede confundirse con las lesiones
provocadas por la garrapata de la oreja. La principal lesión es una otitis
externa, es decir una infección de la oreja, producida generalmente por
infecciones bacterianas secundarias. Se caracteriza por prurito, engrosamiento
y formación de arrugas en la piel de la base de la oreja y acumulo de masas de
secreción de color pardo en el conducto auditivo, que dan origen a sordera y
síntomas de movimientos de cabeza.
Por su parte, la sarna Chorióptica se
localiza a menudo en las patas traseras y entre las pezuñas o alrededor del ano
y en el escroto. Es poco contagiosa y relativamente rara. Además, el ganado
caprino se encuentra afectado por una cuarta sarna denominada sarna demodécica
o sarna folicular. Se caracteriza por la presencia y multiplicación de pequeños
ácaros de forma alargada en los folículos pilosos y glándulas sebáceas. Las
cabras Saanen son especialmente susceptibles a este tipo de sarna. Las lesiones
cutáneas aparecen en la piel del cuello, tórax y flancos.
En todos los casos las avermectinas o
endectocidas inyectables son muy eficaces a una dosis de 0,2 mg/kg de peso vivo.
(Otobius
megnini)
Esta
pequeña garrapata en realidad afecta a todas las especies de animales
domésticos y también al hombre. Se localiza en el interior del pabellón
auricular produciendo una gran inflamación y secreción de cera que llega a
taponar el oído. Se observan a simple vista.
El tratamiento se hace localmente.
Parásitos internos
Los parásitos internos provocan en
general un conjunto de síntomas que se denominan gastroenteritis verminosa, ya
que se ubican y parasitan el estomago verdadero (cuajo), el intestino delgado y
el intestino grueso.
En los sistemas pastoriles de la región
semiárida central Argentina en la que se desarrolla una importante actividad de
la producción caprina, tres son los nematodos predominantes: Haemonchus
contortus, Trichostrongylus sp. Y Teladorsagia.
En general los parásitos que la
producen necesitan de un clima húmedo y lluvioso para desarrollar parte de su
ciclo vital en el medio ambiente, y dada la zona desértica de esta región, la
misma no es muy apta para el desarrollo de estos parásitos. No obstante pueden
producirse problemas puntuales en algunos años, en zonas cercanas a humedales o
coincidiendo con la época de la parición de primavera-verano
(noviembre-diciembre).
Los principales síntomas
son
un enflaquecimiento progresivo, principalmente en animales jóvenes, acompañado
muchas veces con diarrea acuosa. En sistemas de producción intensivos sobre
pasturas puede presentarse en el verano, tanto en cabritos de recría como en
cabras adultas, una parasitosis aguda producida por el Haemonchus o también
llamado gusano del cuajo. Estos producen con una intensa diarrea con anemia y
una alta mortandad en forma aguda.
El diagnóstico de estas parasitosis debe
hacerse con análisis de materia fecal en un laboratorio, y de acuerdo a los
resultados se propondrá el tratamiento. Como base debería realizarse un
tratamiento en primavera, previo diagnóstico por medio del recuento de huevos
por gramo de materia fecal. El tratamiento se hace en forma oral o inyectable
(ver Tratamiento 9 para parásitos internos). Lo importante de este tratamiento
es que la dosis estándar definida para los ovinos no se adapta en general a los
caprinos, porque esta especie tiene un metabolismo y una eliminación de los
antiparasitarios mucha más rápida que los ovinos.
Es por esta razón que para los caprinos se
necesitan dosis específicas de ciertos antiparasitarios (benzimidazoles o
lechosos y levamisoles), que generalmente son el doble de las dosis definidas
en los ovinos. Entonces siempre aplicar el doble de la dosis ovina indicada en
el frasco de antiparasitario, de esta manera se evitara la aparición de
resistencia antihelmíntica.
Fasciolasis o distomatosis
En
zonas cercanas a la costa de los ríos, arroyos o canales de riego las cabras
pueden tener en el hígado unos parásitos chatos, parecidos a hojitas de árbol,
llamados Fasciola hepática. Esta parasitosis es también conocida en nuestro
país bajo varias denominaciones tales como “Saguaype”, “Corrocho”, “Palomita
del hígado” o “Chonchaco”.
Para que existan estos parásitos es necesario
que en las orillas de los arroyos, vertientes o en la costa haya unos caracoles
pequeñitos, como de medio centímetro, en los cuales los parásitos cumplen parte
del ciclo vital. Por lo tanto esta parasitosis se torna importante para la
producción caprina en todas aquellas regiones del país donde existen
condiciones adecuadas para su proliferación, tales como la precordillera en el
NOA, las sierras de Córdoba y San Luis, netamente caprineras.
Los síntomas
se
caracterizan por que los animales se ponen flacos, con edema debajo de la
mandí- bula, las mucosas pueden aparecer amarillas y puede haber diarrea. Si se
inspecciona un animal muerto, se ven los parásitos dentro del hígado y este
órgano de consistencia más dura, fibroso.
El tratamiento
de
esta parasitosis con drogas fasciolicidas es la práctica más recomendada a
campo, ya que el control de los caracoles intermediarios es una tarea más
compleja. La administración de fasciolicidas se debe realizar bajo el siguiente
esquema: uno o dos tratamientos en otoño (marzo-abril), y un tratamiento al
finalizar la época de sequía y/o frío (septiembre-octubre).
Enfermedades producidas por larvas quísticas de gusanos aplanados
Durante su ciclo evolutivo, muchas tenias (gusanos aplanados) adultas que se
localizan en el intestino delgado del hombre y el perro (huésped definitivo)
requieren de huéspedes intermediarios en los que se desarrolla una forma
larvaria que se localizan en forma de quistes en muchos animales domésticos,
entre ellos la cabra. Las enfermedades parasitarias originadas por la presencia
de estos quistes en las cabras se llaman Hidatidosis, Cisticercosis y Cenurosis.
Hidatidosis
Es una enfermedad parasitaria
considerada zoonosis, porque afecta a los animales y a los humanos. Es
producida por la larva quística de una tenia llamada Echinococus granulosus que
parasita el intestino delgado de los perros (huésped definitivo). El parásito
adulto en el perro elimina por la materia fecal los huevos, que al ser
consumidos por los rumiantes, se alojan en diferentes órganos, principalmente
pulmones e hígado, formando los conocidos “quistes hidatídicos”.
Al ser consumidas estas achuras con los
quistes por los perros, se liberan los parásitos de los quistes y se renueva el
ciclo. Estos pequeños quistes localizados en distintos órganos de la cabra,
producen diferentes lesiones y compresiones que llevan a un adelgazamiento del
animal que muchas veces producen la muerte.
En el caso de que los huevos eliminados por
los perros sean ingeridos por una persona, generalmente a través de verduras
contaminadas, los quistes se desarrollaran en los pulmones o el hígado del ser
humano.
Cisticercosis
Es otra enfermedad quística cuyo
ciclo biológico es semejante al anterior, es producida por la larva de la Tenia
hidatígena que también parasita el intestino delgado de los huésped definitivo
(perros y gatos).
Su forma larvaria llamada Cisticercus se
localiza frecuentemente en distintos órganos de la cavidad abdominal y pulmón
de los rumiantes menores (huéspedes intermediarios). Cuando se encuentran en la
panza parecen pequeñas bolsitas de agua (del tamaño de una ciruela) adheridas a
la tela que sostiene los intestinos o se presentan sobresaliendo de la
superficie del hígado o pulmón con aspecto de cicatrices.
Cuando hay infestaciones masivas pueden
provocar retraso y hasta la muerte del animal. En estos casos se encontrará el
hígado con múltiples hemorragias y en el interior pequeños parásitos de color
blanco y de 0,5 cm de largo aproximadamente (larvas migrantes).
Artritis
(Encefalitis
Caprina)
Es una
enfermedad producida por un virus y que puede presentarse con distintos
síntomas. En caprinos entre 2 y 6 meses de edad puede producir una parálisis
progresiva que empieza con flojedad de los miembros posteriores y progresa
hasta que el animal cae y muere.
En animales adultos se puede presentar con
hinchazón de las articulaciones, especialmente las de las rodillas o con
enflaquecimiento progresivo, ubres duras con poca o ninguna producción de leche
Manual de reconocimiento de enfermedades del caprino 21 Cenurosis y en algunos
casos con inflamaciones crónicas de los pulmones, los que aparecen de color
normal o grisáceo pero muy aumentado de tamaño. Los animales pueden llegar a
caminar con las rodillas, síntoma que debe diferenciarse con crecimiento
exuberante de las pezuñas y con artritis por otra causa.
La enfermedad no tiene cura y se trasmite
principalmente a través del calostro o de la leche de madres a hijos, aunque
puede contagiarse también por contacto directo de saliva, sangre, secreciones
vaginales, etc. Cuando se sospecha la enfermedad, debe extraerse sangre para
confirmarla con análisis de laboratorio.
La prevención
se realiza impidiendo que los cabritos recién
nacidos mamen de las madres enferma y separando totalmente animales enfermos de
sanos. Los animales que resultan positivos en los análisis de laboratorio deben
eliminarse de la majada y la enfermedad es de denuncia obligatoria al SENASA.
Tuberculosis
Es
muy frecuente en la cabra (especialmente en majadas lecheras) causada por
Mycobacterium bovis, M. Avium y M. Tuberculosis. La enfermedad conduce a la
muerte del animal en muchas ocasiones. Cursa con la formación de cavernas
pulmonares y lesiones caseificadas y calcificadas en los ganglios.
Las cavernas
pueden comunicarse con la tráquea y el pus alterar el epitelio traqueal,
produciendo erosiones y úlceras. Se observa en animales adultos de la majada
que enflaquecen, poco a poco aunque conserven el apetito.
El signo que evidencia la enfermedad es la pérdida
de peso, a pesar del correcto manejo nutricional. Junto con el deterioro
progresivo del animal también observamos dificultad respiratoria y tos. Si bien
el microorganismo que la produce ataca pulmón y puede contagiar la ubre
produciendo mastitis crónica, pudiendo eliminar bacterias a través de la leche
y contagiar a las personas que la toman o consumen queso elaborado con leche
contaminada.
Es importante detectar los animales con
problemas antes de que transmitan la enfermedad a otros animales de la majada.
Al abrir el animal se observan abscesos y algunas veces diseminaciones severas
con aspecto de granos de arroz entre los pulmones, riñones e intestino.
Se puede comprobar la presencia de la
enfermedad a través de una prueba realizada por un veterinario llamada
tuberculinización. Los animales positivos a la prueba diagnóstica de
tuberculosis deberán ser eliminados de la majada, ya que no es posible llevar
un tratamiento efectivo.
Neumonía
Es
una enfermedad frecuente en los caprinos que se manifiesta con una inflamación
en sus pulmones, que tiene diferentes fases: congestión, consolidación y resolución.
Las causas que la predisponen es un manejo deficiente en sanidad, alimentación,
temporales de frío y lluvias, excesivo calor, hacinamiento, edad y deficiente
condición corporal.
El origen de la enfermedad es diverso,
pudiendo ser físicos, químicos o biológicos, también virus (parainfluenza 3),
bacterias (la más importante es Pasteurella haemolytica), parásitos y hongos.
Se caracteriza por descargas nasales serosas y purulentas, presentan fiebre,
depresión, pérdida del apetito, dolor y dificultad para respirar.
Para el control y la profilaxis de neumonías
se debe incluir un estudio microbiológico y serológico para determinar cuáles
son los agentes importantes para ese hato. Se pueden utilizar vacunas
inactivadas del virus PI3 con adyuvante que confieren protección satisfactoria.
Enterotoxemia
Es una enfermedad producida por
las toxinas del Clostridium perfringens (de A a E), esta enfermedad generalmente
queda sin diagnóstico definitivo, debido a lo complejo que este resulta. Afecta
a animales en buen estado corporal.
Es poco frecuente observar los signos
clínicos de la entero toxemia, debido a que esta es una enfermedad aguda o
sobreaguda, siendo lo más frecuente encontrar los animales muertos en el campo.
Cuando se alcanzan a observar, los signos más llamativos consisten en
hipertermia, diarrea, convulsiones, incoordinación, parálisis y opistótonos
(extienden la cabeza hacia atrás).
En la necropsia del animal puede observarse
líquido en las cavidades abdominales, torácicas y pericárdicas. Las paredes del
intestino se encuentran engrosadas y con edema y el contenido intestinal es por
lo general de color verde oscuro o rojizo, con presencia de fibrina. El
diagnóstico puede realizarse por medio de ELISA, a través de muestras de
elección, como son contenido de intestino delgado y /o contenido peritoneal o pericardio,
refrigerados y en recipientes limpios.
La prevención se logra con vacunas polivalentes
e inactivadas frente a los tipos A, B, C y D. Se vacuna a las madres un mes
antes del parto, a partir de los 4-6 meses de vida las crías con revacunación a
las 3-4 semanas, y vacunación sistemática cada seis meses.
Un chivo tiene infectadas las pezuñas y huele mucho que hago
ResponderBorrarYo tengo un cabrito q tiene inchada la nariz orejas ojos y osico q será y q puedo aser
ResponderBorrarhola buenas tardes yo tengo un chivo que tiene diarrea abundante,incordinacion y perdida de la vista,y no consume nada de alimento.
ResponderBorrarHola tengo un chivo que no puede defecar .no más puja y no más no y semueren por eso cual es la causa de eso
ResponderBorrarHola buenas tardes mi papá tienes 2 cnas son mestizas alpinas con sani y las 2 tienen inflamación en las rodillas a qué se debe eso
ResponderBorrarCabrillonas*
ResponderBorrarPara los accesosque tratamiento se le debe dar
ResponderBorrarXq un chivo a los 4 dias de nacido vota como sangre la heces,z voca humeda aunque nació unos dias antes pero esta bien xq mama camina no se ve decaido espero buena respuesta de un especialista veterinario
ResponderBorrarBuenas tengo unas cabras pero hace poco mate un chivito y en eltomago En la parte del rumen tenía una bolitas rojas no sé que puedan ser
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